Consejos sencillos para
capturar esos momentos especiales
Muchos
padres se compran una cámara mejor con motivo del nacimiento de su
hijo y es que si bien es cierto que acumulamos momentos a lo largo de
toda nuestra vida, en esta etapa resulta mucho más evidente debido a
lo mucho que los queremos y sobre a lo rápido que crecen. Parece una
frase hecha, pero es cierto, crecen muy rápido, te parecerá mentira
por lo que no dudes en hacerle fotos para recordar cada etapa.
Habitualmente
las fotos espontáneas suelen ser las mejores porque captan la
realidad del momento, sin poses, no obstante, es muy difícil que
tengan la calidad apropiada, por lo que no debes agobiarte, en cuanto
te vea con la cámara cambiará de actividad y se perderá el
momento, no obstante, no dejes de intentar conseguirlas pues son
valiosas.
Si
lo que quieres es hacer fotos un poco más preparadas, con buen
fondo, buena iluminación... debes implicar a tu hijo, y para ello
hay dos cosas importantes: la primera, enséñale la cámara, que no
le parezca algo desconocido que no puede tocar (vigilalo de cerca
para no tener accidentes). La segunda, enséñale las fotos, le
parecerá muy divertido verse a sí mismo y en muchas ocasiones sólo
con eso ya tendrá interés en hacerse fotos.
Anímale
a que pose, como si de un juego se tratara, obtendrás expresiones
divertidas que darán muy buenos resultados haciendo de la fotografía
un hobby atractivo. Esto además, servirá para uniros un poco más.
Ponte
a su altura, le dará más cercanía a la foto y tu hijo tendrá las
proporciones adecuadas. Además, ayudará a tu hijo a que se lo tome
como un juego.
Usa
el zoom siempre que puedas, le dará más espacio para expresarse sin
notar cambios en ti cada vez que se mueva, por lo que se sentirá más
libre.
Dale
sus juguetes preferidos, procura que esté calentito y que se sienta
cómodo. Intenta que no haya ruidos ni elementos que le puedan
distraer de la actividad.
El
encuadre debe centrarse en tu hijo, no lo adornes con todo el espacio
a su alrededor, así los detalles de su expresión corporal
destacarán más.
Es
aconsejable utilizar ráfagas pues será inevitable que se mueva, y
así será más fácil que haya alguna toma que sea de tu agrado.
Para
que te mire simplemente háblale. Si le enseñas un juguete lo más
probable es que lo quiera, y se mueva hacia él o se queje porque no
se le das.
Utiliza
luz natural, siempre obtendrás colores y contrastes más bonitos y
fieles a la realidad. El mejor momento es a primera hora de la
mañana. Ponlo cerca de la ventana, evitando estar a contraluz. Si el
contraste es muy alto porque la intensidad de la luz es elevada, que
no le dé la luz directa. Si tiene que ser luz artificial, mejor la
luz cálida (amarilla). El flash es el último recurso, pero sino
tienes más remedio que usarlo, procura estar lejos para que no le
moleste demasiado el fogonazo, o asociará la cámara a algo que no
le gusta.
Ya
lo dicen los grandes directores, nunca trabajar ni con animales ni
con niños, y es que es difícil, pero si te armas de paciencia
obtendrás grandes fotos para conservar y poder recordar los mejores
momentos de la infancia de tu hijo.
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