Un 40% de los lactantes
sufren cólicos lo que provoca gran sufrimiento y estrés al bebé y
a sus padres
Los
cólicos del lactante se dan lugar en los primeros meses de vida
teniendo como consecuencia un gran malestar para el bebé que no
cesará de llorar y mostrar gran irritabilidad especialmente durante
la tarde-noche y en muchas ocasiones se prolongará durante toda la
noche. Suelen mantener los puños cerrados y estar en posición fetal
(presionando las piernas contra el abdomen en un intento de mejorar
su molestia).
Ante
estos síntomas los padres suelen acudir al médico (cosa que siempre
se debe hacer) donde les indican que son cólicos del lactante y en
muchos casos no les recetarán nada por una combinación de corta
edad y síntomas que no son graves, aunque ocasionen muchas
molestias.
Los
cólicos se producen cuando se intenta hacer trabajar a un sistema
digestivo que aún no está maduro del todo, con pocos enzimas lo que
origina que lleguen al intestino alimentos que aún no están
descompuestos del todo provocando fermentación, gases y mala
movilidad. De esta manera los intestinos no trabajarán de forma
rítmica sino mediante espamos lo que provoca gran dolor.
Llegados
a este punto los padres pueden sentir frustración y cierta
culpabilidad al no conseguir que su recién nacido sienta alivio.
Esto unido a la falta de horas de sueño ocasionada por los cólicos
deriva en una situación muy angustiosa.
Hay
que recordar que no se está actuando mal ni son “malos padres” e
intentar realizar pequeñas prácticas que pueden provocar sensación
de alivio al bebé. Entre ellas están los masajes abdominales.
Su
pediatra le puede aconsejar cómo realizarlos y sino otra opción que
existe en la actualidad es acudir a centros de masajes especializados
donde le aplicarán técnicas de fisioterapia abdominal y osteopatía
craneal. El motivo de los masajes en el cráneo se debe a que una
posible causa de los cólicos sea un atrapamiento del nervio vago.
El
nervio vago es el encargado de controlar el aparato digestivo y si
está atrapado a su paso por un agujero que está en el cráneo por
debajo de la nuca (agujero rasgado posterior) no mandará la
información correcta para una adecuada digestión.
Estos
tratamientos son totalmente inocuos, no producen dolor y pueden
ayudar a que su bebé con cólicos de lactante pase ésta etapa, que
se soluciona por si sola según va creciendo, de una forma menos
traumática.
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