Ante
el inminente nacimiento de un bebé una de las dudas más comunes es
cómo acondicionar lo que se convertirá en su habitación, sin
embargo, no hay que tener prisa, y aunque es verdad que algunos de
los muebles es aconsejable tenerlos antes de que nazca, muchos pueden
esperar conforme vayan surgiendo las necesidades.
Resulta
incluso abrumador la diversidad de muebles que hay y podemos
perdernos un poco entre tantas elecciones, pero no hay que perder de
vista que deben resultar ante todo seguros para el bebé y cómodos
para nosotros. La estética siempre en el último lugar.
La
cuna no debe faltar puesto que, sobre todo al principio, se pasará
la mayor parte del día durmiendo y sino, descansando mientras está
tumbado. Recordemos que los primeros meses no sabrá ni sentarse por
lo que, realmente, tiene pocas opciones en donde encontrarse cómodo.
Tenemos que tener en cuenta el material en el que está hecho
evitando que sea demasiado duro con el que podría hacerse daño y
suficientemente rígido para mantenerle fijo y seguro. Importante es
el colchón, pues hay muchos que no son suficientemente transpirables
(especialmente importante si nace en verano) o cómodos, teniendo que
contar con cierta rigidez para evitar malas posturas. Siempre que sea
posible evitaremos las cunas de viaje, no obstante, sino hay más
opción podremos usarlas.
Por
último, pero no menos importante, habrá que cerciorarse de que los
sistemas de seguridad para evitar caídas son suficientemente
robustos, especialmente pensando en cuando sea algo mayor y se vaya
poniendo de pie.
Una
bañera de su tamaño es vital, ya que se revuelve y puede resultar
muy incómodo bañar a nuestro bebé en nuestra bañera. Una buena
opción es usar bañeras de viaje, así no tendremos que tener dos y
a diferencia de la estática, la de viaje apenas ocupa lugar, sin
perder por ello seguridad ni estabilidad y resultando igual de cómoda
que una fija.
El
cambiador es otro de esos muebles muy aconsejables, si bien es
cierto, al igual que la cuna, no son imprescindibles, pero te
facilitarán mucho la vida, teniendo al bebé perfectamente
controlado, a tu altura y sin posibilidad de que se manche nada que
no se pueda lavar. Existen cambiadores instalados en cómodas de
forma que durante los primeros meses de vida de tu bebé, sirven de
cambiador y cuando ya ha crecido se puede usar de mueble para guardar
su ropa sustituyendo el cambiador por una tabla en la parte superior.
Si
prefieres tener el cambiador separado de la cómoda, ten en cuenta
que esta última sigue siendo muy necesaria pues el bebé debido a su
rápido crecimiento, acumulará gran cantidad de ropa en poco espacio
de tiempo y precisarás de un sitio donde ponerla. De todas formas,
es aconsejable, sobre todo al principio, hacer revisiones mensuales
de la ropa que le sigue sirviendo y la que no, puesto que podrías
hacerte con una gran cantidad de ella que ya le ha quedado pequeña
sin apenas darte cuenta.
La
cómoda o armario debería contar con numerosos separadores puesto
que la ropa pequeña no es fácil organizarla en los tamaños
convencionales de los cajones o baldas.
Aunque
tu bebé seguirá siendo bebé durante algunos años, parte de estos
muebles como la cuna o el cambiador, dejarán de ser necesarios en un
corto periodo de tiempo que habitualmente es al alcanzar los 2 años
de edad, y finalmente sólo podrás aprovechar la cómoda, por lo que
esta última debe tener un diseño que pueda servirle durante toda su
infancia, y por qué no, durante toda su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario