Una
de las preocupaciones más habituales, especialmente entre las madres
y padres primerizos, es si el ciclo de sueño de su hijo va a ser
siempre así, puesto que al principio es siempre muy caótico y nos
desregula nuestros propios ciclos, pudiendo aparecer signos claros de
un gran cansancio físico como falta de concentración, molestias
musculares, falta de energía o dolores de cabeza.
Si
es la primera noche que duerme ya en vuestra casa puede pasar que
duerma toda la noche del tirón, lamentablemente no os debéis
confiar pues esto suele ser debido a los fármacos que se han podido
utilizar durante el parto, que lo han adormecido a él también. No
debéis preocuparos aunque si tendréis que observar si su
respiración es normal. Esto sólo es durante los primeros días, que
como es lógico son los más críticos.
Al
principio los ciclos de sueño serán siempre desorganizados tanto en
la hora que comienzan como en su duración, básicamente duerme
cuando le apetece y sin previo aviso, da igual que sea de día o de
noche. En esta etapa pasa muchas horas al día durmiendo, básicamente
come y cuando termina de comer, duerme.
Al
llegar a los 2 meses y más o menos hasta los 4 meses se irá
regulando ligeramente, diferenciando entre el día y la noche aunque
podrá hacerse pequeñas siestas por la mañana sin ningún problema.
A
partir del medio año las noches empiezan a ser mejores para los
padres pues cada vez tiene periodos de sueños más largos y
básicamente le despierta la necesidad de alimentarse.
Cuando
alcanza el año de edad las siestas durante el día se reducirán
mucho tanto en cantidad como en duración pasando de 4 horas a 2
horas diarias.
Entre
los 2 años y los 3 debería tener una única siesta después de
comer de como mucho 1 hora. Esta siesta se mantendrá a lo largo de
su vida siempre que lo desee en cuanto no interfiera con otras
actividades, como por ejemplo, el horario del colegio en el que
empiezan a los 3 años en la actualidad en España.
Consejos
para intentar regular los ciclos:
-Durante
el día préstale mucha atención, juega con él, háblale,
enséñale... mantenle ocupado y despierto, eso si, sin abusar, no
hace falta que esté realizando una actividad en todo momento y no lo
fuerces, si ves que le entra sueño, déjale dormir.
-Por
la noche la habitación tiene que estar en silencio y con una luz
ténue (oscuro del todo podría agobiarle).
-Recién
nacido querrá que le sujeteis en vuestros brazos y le acuneis con
dulzura. Por supuesto que si, pero no lo prolongueis demasiado, poco
a poco, sin prisa, debeis ir acostumbrándole a dormir sólo o en
colecho, según decidais, aunque finalmente siempre deberá dormir
sólo en su habitación. Cuando empezar a acostumbrarle depende un
poco de cada bebé, os irá dejando señales y siempre podeis ir
probando su respuesta.
-Intentad
establecer una rutina del sueño, bañarle, darle de comer y dormirle
o la que sea, pero siempre la misma para que identifique con
facilidad que ha llegado la hora de relajarse para dormir.
-Un
baño, un masaje, leerle un cuento, cantarle una nana, poner música
suave, darle un pequeño paseo en el carrito o en el coche, cualquiera de estos métodos son buenos para relajarle. Cuando sea algo mayor también podreis utilizar vídeos para dormir bebés como los que tenemos en nuestra sección de vídeos para bebés.
-Observar
cuando empieza a tener sueño y si es posible no lo retraseis
demasiado. Algunas indicaciones pueden ser: que se encuentra más
alterado o irritable, llora, se estira los pelos o las orejas, se
toca o frota los ojos o si está muy distraído.
-Como
ya hemos comentado en otras veces, es importante que vuestro propio
ciclo no se altere mucho, por lo que lo mejor que podeis hacer es
turnaros para atender al bebé, de esta forma los signos de cansancio
en vosotros mismos serán menores, lo que finalmente también le
repercutirá a él.
Lo
que no hay que perder de vista es que no hay que desesperarse,
finalmente siempre se acaban regulando, cada uno a su propio ritmo
pero llega, por lo que no debes imponerte fechas o condiciones
estrictas que pueden ser poco realistas, provocando frustración, que
unido a vuestro cansancio puede provocar un gran desasosiego. Mucho
ánimo!
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