Los recién nacidos suelen
dormir muchas horas al día pero con muchas interrupciones
A lo
largo de las primeras semanas de vida de tu bebé, observarás que
duerme a lo largo del todo el día, siempre que tiene sueño. Esto es
así por continuidad con la forma de vida que tenía dentro del útero
materno, donde no tenía forma de interpretar el día o la noche, ni
las horas para comer, no disponía de ninguna rutina.
Sin
embargo, en el momento que nace esto cambia puesto que sus padres si
que tienen rutinas diarias. Este periodo de adaptación al nuevo
medio en el que se encuentra puede ser más o menos largo, pero
siempre se acaba por conseguir.
Pueden
llegar a dormir hasta 18 horas al día, pero lo habitual es que no se
mantengan dormidos más de 3 o 4 horas consecutivas. Cuando tu bebé
se despierte deberás acudir pues no disponen de la capacidad de
calmarse sólo. No deberías empezar a intentarlo hasta los 4 meses
de edad. Llegada esa edad, y dependiendo de cada bebé en particular
podrías comenzar a intentar que se calme sólo y así reconcilie él
sólo su propio sueño.
Los
motivos por los que es más normal que se despierten es por hambre y
por necesidad de que le cambien el pañal. Por supuesto, puede haber
otros motivos como que le duela un diente o que esté enfermo. Al
principio será casi imposible que detectes si es sólo por hambre o
hay algo más puesto que desconocerás su pauta de sueño. No te
preocupes es normal, pronto la conocerás y serás más eficiente
detectando qué es lo que quiere y por qué se ha despertado. Muchas
veces puede ser una simple pesadilla aunque esto suele ocurrir cuando
ya son bebés más mayores.
Consejos
-El
colchón de duerma tu bebé debe ser firme.
-Evita
peluches y almohadas mientras siga siendo pequeño.
-No
le ponga ropa holgada.
-Coloca
a tu bebé boca arriba, disminuyendo de esta forma la probabilidad de
muerte súbita. Si se gira mientras duerme y te das cuenta vuelve a
colocarlo boca arriba siempre que al hacerlo no se despierte, sino
mejor déjalo a no ser que se haya quedado boca abajo.
-Si
el bebé está tomando leche materna, la madre deberá evitar las
bebidas que contengan cafeína así como alcohol. Evita fumar, por tu
salud y la de todos.
-Es
importante que el bebé pueda diferenciar claramente el día de la
noche, y las actividades que se hacen de día y las que se hacen de
noche, que por supuesto, es dormir. Por eso, durante el día procura
que vez la luz, realiza tus actividades habituales, no reduzcas el
volumen de tu casa y mantenle activo. Durante la noche, todo lo
contrario, oscuridad o como mucho una luz de noche para que puedas
verle, silencio y poca actividad en la casa. Si tienes que cambiarle
procura que la luz no sea demasiado fuerte y susurra o incluso mantén
el silencio si es posible, tratando de no desvelarle demasiado. Poco
a poco sabrá diferenciar qué hay que hacer en cada periodo del día.
-Como
ya hemos comentado en otras ocasiones crear una rutina del sueño, un
patrón que siempre repetimos antes de ir a dormir, es una
herramienta muy sencilla y eficaz. Por ejemplo: Baño, masaje, ir a
la cama. Esto deberá hacerse siempre sobre la misma hora. Podéis
encontrar más información en el siguiente link:
-Por
último, no hay que olvidar que esta etapa es de gran cansancio para
los adultos puesto que nuestros propios ritmos se ven alterados. Para
minimizar los efectos de esta alteración deberemos dormir o
descansar al menos, en la medida de lo posible, cuando el bebé
duerma, evitando la tentación de realizar otras actividades que, por
estar al cargo del bebé no podemos realizar. Hay que recordar que
debemos mostrarnos serenos y descansados para fomentar la relajación
del bebé.
Podéis encontrar más información sobre cómo dormir con un recién nacido en el siguiente link:
Duerme a tu bebé con vídeos relajantes de Bebés Dormilones
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