¿Cómo saber si un niño está deshidratado?
Aunque
es mucho más frecuente que se den casos de deshidratación en verano
debido al calor y la sequedad en el ambiente, también se producen
bastantes casos en invierno pero a causa de otros motivos,
evidentemente. La principal causa está relacionada con la bajada
generalizada de temperaturas, lo que suele generar, sobre todo en los
más pequeños, cuadros de catarro común o gripe. Es bien sabido que
en estos casos es muy recomendable tomar grandes cantidades de agua
no sólo porque es beneficioso para recuperarnos antes sino porque
ayudamos a nuestros riñones a filtrar mejor todos los restos de
medicamentos que normalmente se ingieren con estos cuadros clínicos.
No
obstante, los niños pequeños y bebés suelen mostrarse reacios a
beber, e incluso beben menos cantidad de la habitual cuando
precisamente deberían hacer lo contrario. Los principales motivos
son las bajas temperaturas que mitigan la sensación de querer beber
por calor o sequedad y el dolor que suelen tener al tragar cualquier
alimento debido a una inflamación en la garganta por mucosidad
abundante.
Por
eso debemos estar pendientes de los signos que muestran
deshidratación en nuestros bebés:
-La boca está seca,
labios secos y ausencia de babas.
-En
los lactantes que tienen aún la fontanela abierta, cuando el niño
se encuentra tumbado, la tienen más hundida, es un signo de que
faltan líquidos en el cuerpo.
-Ojeras,
por supuesto, si ha dormido mal, por ejemplo debido a la tos, es
normal que tenga ojeras.
-El
niño está decaído y pálido. Esto también puede ser debido a la
fiebre. Tómele la temperatura para asegurarse.
-Si
le apretamos ligeramente las uñas y soltamos el lecho de la uña
queda pálido pero debe recuperar su color normal rápidamente, si
tarda más de 3 segundos nos indica que el riego de sangre es escaso,
esto ocurre en la deshidratación, pero también en otras ocasiones
(fiebre y anemia).
-Menos
cantidad de orina de la habitual.
-Sus
lloros presentan pocas lágrimas.
Para
evitarlo sólo existe el control por parte del adulto para
incitarle a que beba agua. En el caso de que se presente diarrea
debido a la enfermedad se puede seguir esta dieta astringente
ya que la diarrea y los vómitos son grandes causantes de
deshidratación:
-Evitar
las grasas, que son alimentos irritantes para el estómago, como por
ejemplo los fritos, la bollería, los embutidos o los quesos curados.
-Comer
más veces al día pero menos cantidad en cada toma.
-No
insistir en que el niño coma si tiene nauseas.
-Se
pueden tomar sueros de rehidratación, en pequeñas cantidades y con
gran frecuencia para que los toleren bien. No sirve solo agua y
manzanillas pues no aportan las sales que se pierden con los vómitos.
En
los últimos años los laboratorios han hecho un esfuerzo por
adaptarse a los gustos de los niños y actualmente se venden en
múltiples sabores y si se toman frescos mejoran su sabor (nunca
fríos si hay irritación en la garganta).
Las
bebidas que se recomiendan para después de hacer deporte no sirven,
pueden incluso ser peligrosas, pues los suplementos que aportan no
son los adecuados, ni se ajustan a las pérdidas que se producen por
los vómitos, además, no están pensadas para los más pequeños.
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ResponderEliminarNos alegra que te guste!
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