miércoles, 21 de diciembre de 2016

La apnea del sueño en bebés

Apnea del sueño en bebés

La apnea del sueño en bebés puede convertirse en un trastorno grave

En primer lugar debemos indicar en qué consiste la apnea: pausas en la respiración mientras el sujeto está durmiendo. Normalmente es debido a que una vía respiratoria se ha estrechado o ha llegado a bloquearse. Este trastorno que últimamente ya es más conocido entre los adultos, también puede producirse en los bebés y niños pequeños, produciéndose pausas de hasta 20 segundos sin respirar.
En bastantes casos, se produce más de un episodio por noche, lo que puede provocar una falta grave de descanso en el bebé, que finalmente podría afectar a su desarrollo y a su humor, puesto que, al igual que los adultos, una noche poco reparadora provoca malestar e irritabilidad durante el día.

Existen 3 tipos de apneas del sueño:

-Apnea obstructiva: los movimientos respiratorios se producen pero no provocan flujo de aire.
-Apnea central: no se producen movimientos respiratorios en abdomen y tórax.
-Apnea mixta: se producen los otros dos tipos de apnea.

Se ha observado una relación entra el tipo de apena del sueño y la edad del bebé, siendo bastante común la apnea central con una edad de hasta 6 meses. Los otros dos tipos de apneas son menos comunes y de darse, se presentan cuando el bebé alcanza el año.

Si tenemos sospechas de que nuestro bebé podría estar sufriendo apena del sueño, deberemos observar su descanso. Si detectamos alguna irregularidad en su respiración debemos acudir al pediatra para estudiar el caso puesto que la apena del sueño y su gravedad, va asociada a la causa que lo provoca, por lo que el médico realizará una serie de pruebas para identificar el motivo.
En el caso de que sea apnea primaria esencial el pronóstico es muy bueno a largo plazo en la practica totalidad de los pacientes, durando su monitorización entre 6 meses y un año.
Si se trata de bradicardia y se presentan numerosos episodios de apnea del sueño, el bebé se mantendrá en observación en el hospital hasta que los episodios sean menos frecuentes y de menor gravedad, cosa que suele ocurrir de forma natural según va creciendo.
En el caso de los bebés prematuros el tratamiento consiste en la toma de medicamentos con cafeína y teofilina lo que provoca un estímulo en la parte del cerebro encargada de la respiración.

La monitorización se realiza con un monitor de apnea del sueño para bebés que controla cuánto aire está recibiendo el bebé y por lo tanto si es suficiente a lo largo del tiempo, se dará por finalizada la monitorización. Además, estos aparatos controlan el pulso, avisando tanto si es muy bajo como muy alto lo que les proporciona datos a los médicos para saber el tipo de apnea.

Como siempre te recomendamos, si tienes alguna duda o sospechas que tu bebé puede sufrir apnea del sueño, consulta con tu pediatra.


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