La apnea del sueño en
bebés puede convertirse en un trastorno grave
En
primer lugar debemos indicar en qué consiste la apnea: pausas en la
respiración mientras el sujeto está durmiendo. Normalmente es
debido a que una vía respiratoria se ha estrechado o ha llegado a
bloquearse. Este trastorno que últimamente ya es más conocido entre
los adultos, también puede producirse en los bebés y niños
pequeños, produciéndose pausas de hasta 20 segundos sin respirar.
En
bastantes casos, se produce más de un episodio por noche, lo que
puede provocar una falta grave de descanso en el bebé, que
finalmente podría afectar a su desarrollo y a su humor, puesto que,
al igual que los adultos, una noche poco reparadora provoca malestar
e irritabilidad durante el día.
Existen
3 tipos de apneas del sueño:
-Apnea
obstructiva: los movimientos respiratorios se producen pero no
provocan flujo de aire.
-Apnea
central: no se producen movimientos respiratorios en abdomen y tórax.
-Apnea
mixta: se producen los otros dos tipos de apnea.
Se
ha observado una relación entra el tipo de apena del sueño y la
edad del bebé, siendo bastante común la apnea central con una edad
de hasta 6 meses. Los otros dos tipos de apneas son menos comunes y
de darse, se presentan cuando el bebé alcanza el año.
Si
tenemos sospechas de que nuestro bebé podría estar sufriendo apena
del sueño, deberemos observar su descanso. Si detectamos alguna
irregularidad en su respiración debemos acudir al pediatra para
estudiar el caso puesto que la apena del sueño y su gravedad, va
asociada a la causa que lo provoca, por lo que el médico realizará
una serie de pruebas para identificar el motivo.
En
el caso de que sea apnea primaria esencial el pronóstico es muy
bueno a largo plazo en la practica totalidad de los pacientes,
durando su monitorización entre 6 meses y un año.
Si
se trata de bradicardia y se presentan numerosos episodios de apnea
del sueño, el bebé se mantendrá en observación en el hospital
hasta que los episodios sean menos frecuentes y de menor gravedad,
cosa que suele ocurrir de forma natural según va creciendo.
En
el caso de los bebés prematuros el tratamiento consiste en la toma
de medicamentos con cafeína y teofilina lo que provoca un estímulo
en la parte del cerebro encargada de la respiración.
La
monitorización se realiza con un monitor de apnea del sueño para
bebés que controla cuánto aire está recibiendo el bebé y por lo
tanto si es suficiente a lo largo del tiempo, se dará por finalizada
la monitorización. Además, estos aparatos controlan el pulso,
avisando tanto si es muy bajo como muy alto lo que les proporciona
datos a los médicos para saber el tipo de apnea.
Como
siempre te recomendamos, si tienes alguna duda o sospechas que tu
bebé puede sufrir apnea del sueño, consulta con tu pediatra.
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