jueves, 25 de agosto de 2016

Los primeros pasos y la actividad física en el bebé

Niño haciendo deporte

Realizar actividad física es beneficioso para todos, también para el bebé que, además, le ayudará a desarrollar sus habilidades psicomotrices

No obstante, no está definida con claridad una edad específica para realizar cada actividad, puesto que cada niño aprende a su propio ritmo y en la mayoría de los casos no se puede evolucionar y desempeñar nuevas actividades hasta que no se dominan otros pasos previos. Esto ocurre sobre todo al principio, cuando el bebé es más pequeño.

La primera actividad física de relevancia que hacen los bebés es gatear. Antes de hacer esto, tendrá que ejercitar los músculos de las extremidades y del cuello para mantener la cabeza recta y tener unas nociones de equilibrio. Es la primera habilidad que le permite desplazarse y por ello les encanta. No obstante, hay algunos niños que se saltan directamente esta fase y comienzan por andar.

Cuando aumenta más la fuerza y sobre todo el equilibrio pueden comenzar a caminar. Sus primeros pasos serán torpes y deberán hacerlos en presencia de un adulto para asegurar que no se haga daño al caerse. Esto debemos tenerlo claro, se caerá, es normal y necesario para aprender, sólo hay que procurar que no se haga daño. Debemos asegurarnos de que lo haga en una zona segura, sin esquinas que se pueda clavar y ningún objeto con el que pueda tropezarse o resbalarse.

Existen en el mercado unos tirantes donde el niño se cuelga para aprender a andar, no obstante, los desaconsejamos porque podría forzar a malas posturas, es incómodo para el bebé y para los padres y realmente no resulta útil, tu hijo es muy probable que lo rechace y prefiera intentarlo sin aparatos a su alrededor, con libertad.

La mejor forma de aprender es la tradicional, uno de los padres sujeta al bebé, manteniéndolo de pie y se le anima que vaya con el progenitor. Inicialmente tendrá que ir cogido de las manos, después dará un paso y se tirará a los brazos del padre o madre y poco a poco se irá soltando, dando cada vez más pasos.

No debemos agobiarnos si consideramos que nuestro hijo ya es mayor y aún no anda, cada proceso de aprendizaje es distinto. De todas formas, como siempre, si tenemos dudas debemos acudir a su pediatra para obtener la opinión del profesional.

A continuación, el paso natural es correr. Ya será bastante mayor y podrá ejercitarse con otras actividades que les suele gusta a todos, como escalar intentando meterse por cualquier recoveco. Jugar al escondite es una buena actividad para los más pequeños y ¡muy divertida!

El equilibrio debe aumentar mucho para aprender a saltar. En un comienzo sólo podrá hacerlo si está sujetándose a algo, no podrá impulsarse sólo con las piernas.

En este punto ya ha aprendido lo básico para realizar cualquier actividad física o deporte, como fútbol, baloncesto (le costará bastante botar bien la pelota, pero encestar le gustará bastante), ciclismo, natación... Para el ciclismo es recomendable empezar con ruedines de apoyo para simplificar el equilibrio. Actualmente existen las llamadas bicicletas de equilibrio, que no tienen pedales, son sólo dos ruedas y un sillín, lo que les permite acostumbrarse a cómo mantener el equilibrio en una bici de verdad. No hay que olvidar utilizar todas las medidas de protección adecuadas para la edad del niño, casco, rodilleras, coderas...

Para la natación hay en la actualidad muchos cursos para iniciar a los bebés en esta disciplina, lo que simplificará su aprendizaje y les hará sentirse cómodos en ese entorno. Como es bien sabido la natación es uno de los deportes más completos lo que ayudará mucho a la psicomotricidad y el desarrollo de la musculatura del bebé en todas las etapas de su crecimiento. Una vez más, no hay que olvidar la seguridad, debiendo estar en la piscina siempre con un adulto presente y con objetos que le ayuden a la flotabilidad mientras aún no domine bien la natación.

Una ventaja añadida a la realización de actividades físicas y deportes es que fomenta y desarrolla otras aptitudes beneficiosas para que nuestro hijo esté correctamente integrado en la sociedad. Entre ellas se encuentra la mejora en la intercomunicación en público y de las relaciones sociales, puesto que muchos deportes se realizan en grupo, lo que conlleva otros beneficios como son: saber escuchar, aumento de la autodisciplina y el valor del sacrificio, saber trabajar en equipo, alcanzar dotes de liderazgo, desarrollo de la capacidad de delegar, el uso de valores democráticos, la compasión, el deseo de autosuperación y por supuesto la amistad.

No importa qué actividad física realice, lo importante es que salga a la calle, y haga ejercicio mientras juega y se divierte al aire libre. Intentaremos de esta forma crear un hábito saludable, que de hacerlo bien, lo mantendrá durante toda su vida. Esto le ayudará a crecer sano y fuerte, sintiéndose bien física y mentalmente.

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