Realizar actividad física
es beneficioso para todos, también para el bebé que, además, le
ayudará a desarrollar sus habilidades psicomotrices
No
obstante, no está definida con claridad una edad específica para
realizar cada actividad, puesto que cada niño aprende a su propio
ritmo y en la mayoría de los casos no se puede evolucionar y
desempeñar nuevas actividades hasta que no se dominan otros pasos
previos. Esto ocurre sobre todo al principio, cuando el bebé es más
pequeño.
La
primera actividad física de relevancia que hacen los bebés es
gatear. Antes de hacer esto, tendrá que ejercitar los músculos de
las extremidades y del cuello para mantener la cabeza recta y tener
unas nociones de equilibrio. Es la primera habilidad que le permite
desplazarse y por ello les encanta. No obstante, hay algunos niños
que se saltan directamente esta fase y comienzan por andar.
Cuando
aumenta más la fuerza y sobre todo el equilibrio pueden comenzar a
caminar. Sus primeros pasos serán torpes y deberán hacerlos en
presencia de un adulto para asegurar que no se haga daño al caerse.
Esto debemos tenerlo claro, se caerá, es normal y necesario para
aprender, sólo hay que procurar que no se haga daño. Debemos
asegurarnos de que lo haga en una zona segura, sin esquinas que se
pueda clavar y ningún objeto con el que pueda tropezarse o
resbalarse.
Existen
en el mercado unos tirantes donde el niño se cuelga para aprender a
andar, no obstante, los desaconsejamos porque podría forzar a malas
posturas, es incómodo para el bebé y para los padres y realmente no
resulta útil, tu hijo es muy probable que lo rechace y prefiera
intentarlo sin aparatos a su alrededor, con libertad.
La
mejor forma de aprender es la tradicional, uno de los padres sujeta
al bebé, manteniéndolo de pie y se le anima que vaya con el
progenitor. Inicialmente tendrá que ir cogido de las manos, después
dará un paso y se tirará a los brazos del padre o madre y poco a
poco se irá soltando, dando cada vez más pasos.
No
debemos agobiarnos si consideramos que nuestro hijo ya es mayor y aún
no anda, cada proceso de aprendizaje es distinto. De todas formas,
como siempre, si tenemos dudas debemos acudir a su pediatra para
obtener la opinión del profesional.
A
continuación, el paso natural es correr. Ya será bastante mayor y
podrá ejercitarse con otras actividades que les suele gusta a todos,
como escalar intentando meterse por cualquier recoveco. Jugar al
escondite es una buena actividad para los más pequeños y ¡muy
divertida!
El
equilibrio debe aumentar mucho para aprender a saltar. En un comienzo
sólo podrá hacerlo si está sujetándose a algo, no podrá
impulsarse sólo con las piernas.
En este
punto ya ha aprendido lo básico para realizar cualquier actividad
física o deporte, como fútbol, baloncesto (le costará bastante
botar bien la pelota, pero encestar le gustará bastante), ciclismo,
natación... Para el ciclismo es recomendable empezar con ruedines de
apoyo para simplificar el equilibrio. Actualmente existen las
llamadas bicicletas de equilibrio, que no tienen pedales, son sólo
dos ruedas y un sillín, lo que les permite acostumbrarse a cómo
mantener el equilibrio en una bici de verdad. No hay que olvidar
utilizar todas las medidas de protección adecuadas para la edad del
niño, casco, rodilleras, coderas...
Para la
natación hay en la actualidad muchos cursos para iniciar a los bebés
en esta disciplina, lo que simplificará su aprendizaje y les hará
sentirse cómodos en ese entorno. Como es bien sabido la natación es
uno de los deportes más completos lo que ayudará mucho a la
psicomotricidad y el desarrollo de la musculatura del bebé en todas
las etapas de su crecimiento. Una vez más, no hay que olvidar la
seguridad, debiendo estar en la piscina siempre con un adulto
presente y con objetos que le ayuden a la flotabilidad mientras aún
no domine bien la natación.
Una ventaja añadida a la realización de actividades físicas y deportes es que fomenta y desarrolla otras aptitudes beneficiosas para que nuestro hijo esté correctamente integrado en la sociedad. Entre ellas se encuentra la mejora en la intercomunicación en público y de las relaciones sociales, puesto que muchos deportes se realizan en grupo, lo que conlleva otros beneficios como son: saber escuchar, aumento de la autodisciplina y el valor del sacrificio, saber trabajar en equipo, alcanzar dotes de liderazgo, desarrollo de la capacidad de delegar, el uso de valores democráticos, la compasión, el deseo de autosuperación y por supuesto la amistad.
Una ventaja añadida a la realización de actividades físicas y deportes es que fomenta y desarrolla otras aptitudes beneficiosas para que nuestro hijo esté correctamente integrado en la sociedad. Entre ellas se encuentra la mejora en la intercomunicación en público y de las relaciones sociales, puesto que muchos deportes se realizan en grupo, lo que conlleva otros beneficios como son: saber escuchar, aumento de la autodisciplina y el valor del sacrificio, saber trabajar en equipo, alcanzar dotes de liderazgo, desarrollo de la capacidad de delegar, el uso de valores democráticos, la compasión, el deseo de autosuperación y por supuesto la amistad.
No
importa qué actividad física realice, lo importante es que salga a
la calle, y haga ejercicio mientras juega y se divierte al aire
libre. Intentaremos de esta forma crear un hábito saludable, que de
hacerlo bien, lo mantendrá durante toda su vida. Esto le ayudará a
crecer sano y fuerte, sintiéndose bien física y mentalmente.
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