miércoles, 14 de septiembre de 2016

El ciclo de sueño del bebé y consejos para regularlo

El ciclo de sueño del bebé

Una de las preocupaciones más habituales, especialmente entre las madres y padres primerizos, es si el ciclo de sueño de su hijo va a ser siempre así, puesto que al principio es siempre muy caótico y nos desregula nuestros propios ciclos, pudiendo aparecer signos claros de un gran cansancio físico como falta de concentración, molestias musculares, falta de energía o dolores de cabeza.

Si es la primera noche que duerme ya en vuestra casa puede pasar que duerma toda la noche del tirón, lamentablemente no os debéis confiar pues esto suele ser debido a los fármacos que se han podido utilizar durante el parto, que lo han adormecido a él también. No debéis preocuparos aunque si tendréis que observar si su respiración es normal. Esto sólo es durante los primeros días, que como es lógico son los más críticos.

Al principio los ciclos de sueño serán siempre desorganizados tanto en la hora que comienzan como en su duración, básicamente duerme cuando le apetece y sin previo aviso, da igual que sea de día o de noche. En esta etapa pasa muchas horas al día durmiendo, básicamente come y cuando termina de comer, duerme.

Al llegar a los 2 meses y más o menos hasta los 4 meses se irá regulando ligeramente, diferenciando entre el día y la noche aunque podrá hacerse pequeñas siestas por la mañana sin ningún problema.

A partir del medio año las noches empiezan a ser mejores para los padres pues cada vez tiene periodos de sueños más largos y básicamente le despierta la necesidad de alimentarse.

Cuando alcanza el año de edad las siestas durante el día se reducirán mucho tanto en cantidad como en duración pasando de 4 horas a 2 horas diarias.

Entre los 2 años y los 3 debería tener una única siesta después de comer de como mucho 1 hora. Esta siesta se mantendrá a lo largo de su vida siempre que lo desee en cuanto no interfiera con otras actividades, como por ejemplo, el horario del colegio en el que empiezan a los 3 años en la actualidad en España.

Consejos para intentar regular los ciclos:

-Durante el día préstale mucha atención, juega con él, háblale, enséñale... mantenle ocupado y despierto, eso si, sin abusar, no hace falta que esté realizando una actividad en todo momento y no lo fuerces, si ves que le entra sueño, déjale dormir.

-Por la noche la habitación tiene que estar en silencio y con una luz ténue (oscuro del todo podría agobiarle).

-Recién nacido querrá que le sujeteis en vuestros brazos y le acuneis con dulzura. Por supuesto que si, pero no lo prolongueis demasiado, poco a poco, sin prisa, debeis ir acostumbrándole a dormir sólo o en colecho, según decidais, aunque finalmente siempre deberá dormir sólo en su habitación. Cuando empezar a acostumbrarle depende un poco de cada bebé, os irá dejando señales y siempre podeis ir probando su respuesta.

-Intentad establecer una rutina del sueño, bañarle, darle de comer y dormirle o la que sea, pero siempre la misma para que identifique con facilidad que ha llegado la hora de relajarse para dormir.

-Un baño, un masaje, leerle un cuento, cantarle una nana, poner música suave, darle un pequeño paseo en el carrito o en el coche, cualquiera de estos métodos son buenos para relajarle. Cuando sea algo mayor también podreis utilizar vídeos para dormir bebés como los que tenemos en nuestra sección de vídeos para bebés.

-Observar cuando empieza a tener sueño y si es posible no lo retraseis demasiado. Algunas indicaciones pueden ser: que se encuentra más alterado o irritable, llora, se estira los pelos o las orejas, se toca o frota los ojos o si está muy distraído.

-Como ya hemos comentado en otras veces, es importante que vuestro propio ciclo no se altere mucho, por lo que lo mejor que podeis hacer es turnaros para atender al bebé, de esta forma los signos de cansancio en vosotros mismos serán menores, lo que finalmente también le repercutirá a él.

Lo que no hay que perder de vista es que no hay que desesperarse, finalmente siempre se acaban regulando, cada uno a su propio ritmo pero llega, por lo que no debes imponerte fechas o condiciones estrictas que pueden ser poco realistas, provocando frustración, que unido a vuestro cansancio puede provocar un gran desasosiego. Mucho ánimo!

martes, 13 de septiembre de 2016

Cómo hacer un masaje para que tu bebé duerma mejor

Masaje para bebés

A todos nos gusta recibir un buen masaje relajante y los bebés no iban a ser menos, les ayudará a tranquilizarse de una forma que además, reforzará los vínculos con sus padres. Es importante entender que no es un juego por ejemplo, alternando los masajes con cosquillas porque sino pierde todo su efecto, sin embargo, tampoco debemos estar firmes o serios porque podría crear rechazo y se podría percibir como obligación cuando debe ser algo placentero y relajante.

Por ello, lo primero que debemos observar es si tiene ganas de recibir un masaje, si está dispuesto. Una forma de hacerlo es diciéndole siempre lo mismo antes de empezar, por ejemplo, preguntando ¿quieres un masaje? A continuación, esperaremos un breve instante su reacción. Las primeras veces no habrá reacción porque lógicamente, no sabe lo que es un masaje, pero poco a poco lo relacionará. En el caso de ser de las primeras veces, empieza lentamente y comprueba si le gusta o no.

Puedes usar aceite hidratante o cualquier otra loción, eso si, que esté pensada para los bebés pues si piel es más sensible. El bebé se encontrará recostado o tumbado de forma que se encuentre cómodo y seguro (atención a las caídas) procurando que siempre sea el mismo sitio de la casa. Esto también le ayudará a relacionar conceptos de forma que te pueda indicar si quiere o no recibir un masaje.

Un buen sitio por el que puedes empezar a masajear son las piernas, de arriba abajo de forma muy suave (evita las cosquillas en los pies). A continuación, iremos a los brazos y de igual forma bajaremos desde los hombros hasta las manos.

Después acariciaremos el pecho del bebé desde el esternón hacia los lados pasando seguidamente al estómago donde trazaremos con los dedos círculos en el sentido de las agujas del reloj. A continuación realizaremos pasadas hacia abajo en el estómago de forma continuada alternando las manos, siempre con mucha delicadeza. No es recomendable hacer masajes en el estómago si aún no se le ha desprendido del todo el cordón umbilical y está totalmente cicatrizado pues podríamos reabrirlo o incluso infectarlo con el aceite de masaje.

Los masajes en la cabeza pueden ser muy placenteros para los bebés, pero no para todos, hay muchos que no disfrutan cuando se les toca la cabeza. Compruébalo y si le gusta, juega a peinarle y despienarle con las palmas de la mano de forma muy suave. Puede dormirse sólo con este masaje. Mucho cuidado como siempre, con la cabeza pues es una parte muy sensible y blanda durante varios meses después de nacer.

La espalda se debe dejar para el final, pues requiere un cambio de postura. Si lo que buscas es que se duerma mientras le haces el masaje, cambia el orden y empieza por la espalda. No es fácil que se duerma del todo sólo con un masaje, de todas formas no es algo imposible, sobre todo cuando ya ha hecho la conexión entre masaje y relajación para dormirse.

Es en la espalda donde se acumula una gran tensión puesto que es de las primeras partes junto con las extremidades que empieza a ejercitarse, no nos damos cuenta, pero la espalda la utilizamos para casi cualquier movimiento y en especial para sujetar la cabeza, cosa que no pueden hacer los recién nacidos.

Por ello deben estar boca abajo cada vez más tiempo, aumentando la musculatura del cuello y de la espalda. El masaje se realiza haciendo pasadas desde la nuca hasta el culito de nuestro bebé.


Por supuesto, puedes hacer todas las variaciones que veas en función de los gustos de tu bebé, cambiar el orden, incorporar otros masajes, eliminar partes que le desagradan... Sólo es una pequeña guía orientativa que puedes y debes adaptar a tus circunstancias. Si lo haces bien y con paciencia, el momento del masaje será de los más deseados, llenos de paz y le ayudarán mucho a conseguir la relajación necesaria para dormirse y a ti te encantará hacerlos.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Cómo hacer un baño para que tu bebé duerma mejor

Baño para bebés


Es bien sabido que un buen baño relajante para tu bebé antes de irse a dormir por la noche le ayuda a conciliar el sueño antes y a tener un sueño más prologando y profundo, permitiéndole descansar más horas y tener más energía al día siguiente, y por supuesto, permitiendo a los padres disfrutar de un merecido descanso.

Es importante que el baño no se asocie a algo negativo, los bebés pueden tener miedo al principio al encontrarse en un medio desconocido, por eso hay que mostrarse comprensivo, paciente y sobre todo seguro, si observan que estás tenso lo percibirán y se sentirán intranquilos. De todas formas no debes preocuparte, no es difícil y enseguida te encontrarás muy cómodo dando un baño a tu bebé convirtiendo ese momento en algo divertido y deseado.

El primer paso es tener el agua a una temperatura cómoda, unos 24º, aunque depende de cada uno y de la época del año en la que te encuentres. Si observas que no está cómodo prueba a cambiar ligeramente esa temperatura. Una buena forma de comprobarla es la tradicional, meter el codo en el agua y comprobar si a nosotros nos parece bien.

No pongas demasiada agua, no es necesario pues aún son muy pequeños, entre 12 y 14 cm será suficiente. Puedes añadirle aceites, sales y jabones relajantes, eso sí, procura que estén pensados para los bebés, puesto que su piel es más delicada.

Lo primero que debes limpiar es la cara, pero asegúrate que lo haces con agua pura, sin jabón o le escocerán los ojos y se pondrá muy irritado.

Después limpia su pelo con agua y champú para bebés. Una de las mejores formas de cogerlo es recostarlo sobre uno de nuestros brazos mientras le lavamos con la otra.

Para el resto del cuerpo lo meteremos ya en la bañera lentamente sujetándolo con firmeza por detrás de su cabeza, teniendo controlados de esta forma la cabeza y los hombros con un brazo, y el culito y las piernas con el otro brazo. Deja que se aclimate y que juegue con el agua.

Cuando le notes más relajado podrás quitar el brazo que sujeta sus piernas que usarás para lavarle.

Una vez limpio sácalo envolviendole en una toalla ligeramente caliente para que note menos contraste y sécale teniendo en cuenta lo delicado de su piel, evitando frotar. El secador no se debe utilizar a no ser que ya, por la cantidad de pelo que tenga, no se seque suficientemente bien con la toalla. Es importante que la cabeza y los pies queden bien secos pues se resfrian con facilidad. A continuación, vístelos, si es posible, ya con la ropa con la que quieres que se duerman.
Si vas a utilizar el secador, úsalo a baja potencia y desde una distancia prudencial, utilizando tu propia mano constantemente para comprobar la temperatura. Curiosamente, el ruido del secador, al ser un ruido blanco y uniforme suele relajarles mucho, y algunos se quedan dormidos sólo con escucharlo después de tan agradable baño.


Lo más importante del baño es que sea seguro, por lo que tenlo sujeto en todo momento y no te confíes cuando sea un poco mayor dejándole sólo. Siempre debe haber un adulto vigilando.

domingo, 11 de septiembre de 2016

El bebé más pequeño del mundo

La madre de Emilia Grabarczyk dió a luz a su hija estando en la semana 26 de gestación, pesando tan sólo 229 gramos y midiendo 21,84 centímetros.

Es verdad que no se puede asegurar ya que hay muchos nacimientos en el mundo del que no se tienen registros, sin embargo, sería el bebé más pequeño del mundo del que si existe constancia.

Otros nacimientos batieron este récord pero no consiguieron sobrevivir, sin embargo ya con los actuales 9 meses que tiene la pequeña Emilia, se considera que ha logrado superar tan difícil trance que muchos califican de auténtico milagro.

El anterior récord era para Rumaisa Rahman que nació igualmente con 26 semanas y un peso de 243,8 gramos en el Centro Médico de la Universidad de Loyola en Chicago, Estados Unidos.

Todo empezó cuando a los padres de Emilia, Sabine y Lukas, les dijeron que había que practicar una cesárea porque el bebé corría peligro de muerte o lesión.


El jefe de Pediatría del Marien-Hospital Witten en Alemania, el doctor Bahman Gharavi fue quien atendió a la pequeña y dijo que todo fue posible gracias al esfuerzo realizado por el equipo formado por pediatras, cirujanos pediátricos y ginecólogos.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Muebles imprescindibles para el bebé


Ante el inminente nacimiento de un bebé una de las dudas más comunes es cómo acondicionar lo que se convertirá en su habitación, sin embargo, no hay que tener prisa, y aunque es verdad que algunos de los muebles es aconsejable tenerlos antes de que nazca, muchos pueden esperar conforme vayan surgiendo las necesidades.

Resulta incluso abrumador la diversidad de muebles que hay y podemos perdernos un poco entre tantas elecciones, pero no hay que perder de vista que deben resultar ante todo seguros para el bebé y cómodos para nosotros. La estética siempre en el último lugar.

La cuna no debe faltar puesto que, sobre todo al principio, se pasará la mayor parte del día durmiendo y sino, descansando mientras está tumbado. Recordemos que los primeros meses no sabrá ni sentarse por lo que, realmente, tiene pocas opciones en donde encontrarse cómodo. Tenemos que tener en cuenta el material en el que está hecho evitando que sea demasiado duro con el que podría hacerse daño y suficientemente rígido para mantenerle fijo y seguro. Importante es el colchón, pues hay muchos que no son suficientemente transpirables (especialmente importante si nace en verano) o cómodos, teniendo que contar con cierta rigidez para evitar malas posturas. Siempre que sea posible evitaremos las cunas de viaje, no obstante, sino hay más opción podremos usarlas.
Por último, pero no menos importante, habrá que cerciorarse de que los sistemas de seguridad para evitar caídas son suficientemente robustos, especialmente pensando en cuando sea algo mayor y se vaya poniendo de pie.

Una bañera de su tamaño es vital, ya que se revuelve y puede resultar muy incómodo bañar a nuestro bebé en nuestra bañera. Una buena opción es usar bañeras de viaje, así no tendremos que tener dos y a diferencia de la estática, la de viaje apenas ocupa lugar, sin perder por ello seguridad ni estabilidad y resultando igual de cómoda que una fija.

El cambiador es otro de esos muebles muy aconsejables, si bien es cierto, al igual que la cuna, no son imprescindibles, pero te facilitarán mucho la vida, teniendo al bebé perfectamente controlado, a tu altura y sin posibilidad de que se manche nada que no se pueda lavar. Existen cambiadores instalados en cómodas de forma que durante los primeros meses de vida de tu bebé, sirven de cambiador y cuando ya ha crecido se puede usar de mueble para guardar su ropa sustituyendo el cambiador por una tabla en la parte superior.

Si prefieres tener el cambiador separado de la cómoda, ten en cuenta que esta última sigue siendo muy necesaria pues el bebé debido a su rápido crecimiento, acumulará gran cantidad de ropa en poco espacio de tiempo y precisarás de un sitio donde ponerla. De todas formas, es aconsejable, sobre todo al principio, hacer revisiones mensuales de la ropa que le sigue sirviendo y la que no, puesto que podrías hacerte con una gran cantidad de ella que ya le ha quedado pequeña sin apenas darte cuenta.
La cómoda o armario debería contar con numerosos separadores puesto que la ropa pequeña no es fácil organizarla en los tamaños convencionales de los cajones o baldas.

Aunque tu bebé seguirá siendo bebé durante algunos años, parte de estos muebles como la cuna o el cambiador, dejarán de ser necesarios en un corto periodo de tiempo que habitualmente es al alcanzar los 2 años de edad, y finalmente sólo podrás aprovechar la cómoda, por lo que esta última debe tener un diseño que pueda servirle durante toda su infancia, y por qué no, durante toda su vida.