martes, 13 de septiembre de 2016

Cómo hacer un masaje para que tu bebé duerma mejor

Masaje para bebés

A todos nos gusta recibir un buen masaje relajante y los bebés no iban a ser menos, les ayudará a tranquilizarse de una forma que además, reforzará los vínculos con sus padres. Es importante entender que no es un juego por ejemplo, alternando los masajes con cosquillas porque sino pierde todo su efecto, sin embargo, tampoco debemos estar firmes o serios porque podría crear rechazo y se podría percibir como obligación cuando debe ser algo placentero y relajante.

Por ello, lo primero que debemos observar es si tiene ganas de recibir un masaje, si está dispuesto. Una forma de hacerlo es diciéndole siempre lo mismo antes de empezar, por ejemplo, preguntando ¿quieres un masaje? A continuación, esperaremos un breve instante su reacción. Las primeras veces no habrá reacción porque lógicamente, no sabe lo que es un masaje, pero poco a poco lo relacionará. En el caso de ser de las primeras veces, empieza lentamente y comprueba si le gusta o no.

Puedes usar aceite hidratante o cualquier otra loción, eso si, que esté pensada para los bebés pues si piel es más sensible. El bebé se encontrará recostado o tumbado de forma que se encuentre cómodo y seguro (atención a las caídas) procurando que siempre sea el mismo sitio de la casa. Esto también le ayudará a relacionar conceptos de forma que te pueda indicar si quiere o no recibir un masaje.

Un buen sitio por el que puedes empezar a masajear son las piernas, de arriba abajo de forma muy suave (evita las cosquillas en los pies). A continuación, iremos a los brazos y de igual forma bajaremos desde los hombros hasta las manos.

Después acariciaremos el pecho del bebé desde el esternón hacia los lados pasando seguidamente al estómago donde trazaremos con los dedos círculos en el sentido de las agujas del reloj. A continuación realizaremos pasadas hacia abajo en el estómago de forma continuada alternando las manos, siempre con mucha delicadeza. No es recomendable hacer masajes en el estómago si aún no se le ha desprendido del todo el cordón umbilical y está totalmente cicatrizado pues podríamos reabrirlo o incluso infectarlo con el aceite de masaje.

Los masajes en la cabeza pueden ser muy placenteros para los bebés, pero no para todos, hay muchos que no disfrutan cuando se les toca la cabeza. Compruébalo y si le gusta, juega a peinarle y despienarle con las palmas de la mano de forma muy suave. Puede dormirse sólo con este masaje. Mucho cuidado como siempre, con la cabeza pues es una parte muy sensible y blanda durante varios meses después de nacer.

La espalda se debe dejar para el final, pues requiere un cambio de postura. Si lo que buscas es que se duerma mientras le haces el masaje, cambia el orden y empieza por la espalda. No es fácil que se duerma del todo sólo con un masaje, de todas formas no es algo imposible, sobre todo cuando ya ha hecho la conexión entre masaje y relajación para dormirse.

Es en la espalda donde se acumula una gran tensión puesto que es de las primeras partes junto con las extremidades que empieza a ejercitarse, no nos damos cuenta, pero la espalda la utilizamos para casi cualquier movimiento y en especial para sujetar la cabeza, cosa que no pueden hacer los recién nacidos.

Por ello deben estar boca abajo cada vez más tiempo, aumentando la musculatura del cuello y de la espalda. El masaje se realiza haciendo pasadas desde la nuca hasta el culito de nuestro bebé.


Por supuesto, puedes hacer todas las variaciones que veas en función de los gustos de tu bebé, cambiar el orden, incorporar otros masajes, eliminar partes que le desagradan... Sólo es una pequeña guía orientativa que puedes y debes adaptar a tus circunstancias. Si lo haces bien y con paciencia, el momento del masaje será de los más deseados, llenos de paz y le ayudarán mucho a conseguir la relajación necesaria para dormirse y a ti te encantará hacerlos.

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