lunes, 12 de septiembre de 2016

Cómo hacer un baño para que tu bebé duerma mejor

Baño para bebés


Es bien sabido que un buen baño relajante para tu bebé antes de irse a dormir por la noche le ayuda a conciliar el sueño antes y a tener un sueño más prologando y profundo, permitiéndole descansar más horas y tener más energía al día siguiente, y por supuesto, permitiendo a los padres disfrutar de un merecido descanso.

Es importante que el baño no se asocie a algo negativo, los bebés pueden tener miedo al principio al encontrarse en un medio desconocido, por eso hay que mostrarse comprensivo, paciente y sobre todo seguro, si observan que estás tenso lo percibirán y se sentirán intranquilos. De todas formas no debes preocuparte, no es difícil y enseguida te encontrarás muy cómodo dando un baño a tu bebé convirtiendo ese momento en algo divertido y deseado.

El primer paso es tener el agua a una temperatura cómoda, unos 24º, aunque depende de cada uno y de la época del año en la que te encuentres. Si observas que no está cómodo prueba a cambiar ligeramente esa temperatura. Una buena forma de comprobarla es la tradicional, meter el codo en el agua y comprobar si a nosotros nos parece bien.

No pongas demasiada agua, no es necesario pues aún son muy pequeños, entre 12 y 14 cm será suficiente. Puedes añadirle aceites, sales y jabones relajantes, eso sí, procura que estén pensados para los bebés, puesto que su piel es más delicada.

Lo primero que debes limpiar es la cara, pero asegúrate que lo haces con agua pura, sin jabón o le escocerán los ojos y se pondrá muy irritado.

Después limpia su pelo con agua y champú para bebés. Una de las mejores formas de cogerlo es recostarlo sobre uno de nuestros brazos mientras le lavamos con la otra.

Para el resto del cuerpo lo meteremos ya en la bañera lentamente sujetándolo con firmeza por detrás de su cabeza, teniendo controlados de esta forma la cabeza y los hombros con un brazo, y el culito y las piernas con el otro brazo. Deja que se aclimate y que juegue con el agua.

Cuando le notes más relajado podrás quitar el brazo que sujeta sus piernas que usarás para lavarle.

Una vez limpio sácalo envolviendole en una toalla ligeramente caliente para que note menos contraste y sécale teniendo en cuenta lo delicado de su piel, evitando frotar. El secador no se debe utilizar a no ser que ya, por la cantidad de pelo que tenga, no se seque suficientemente bien con la toalla. Es importante que la cabeza y los pies queden bien secos pues se resfrian con facilidad. A continuación, vístelos, si es posible, ya con la ropa con la que quieres que se duerman.
Si vas a utilizar el secador, úsalo a baja potencia y desde una distancia prudencial, utilizando tu propia mano constantemente para comprobar la temperatura. Curiosamente, el ruido del secador, al ser un ruido blanco y uniforme suele relajarles mucho, y algunos se quedan dormidos sólo con escucharlo después de tan agradable baño.


Lo más importante del baño es que sea seguro, por lo que tenlo sujeto en todo momento y no te confíes cuando sea un poco mayor dejándole sólo. Siempre debe haber un adulto vigilando.

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