Un buen desayuno es clave
para que pueda afrontar el día con energía
Como
siempre se dice, el desayuno es la comida más importante del día y
en el caso de los bebés o niños, más aún, pues además de
aportarles los nutrientes necesarios para su correcto crecimiento
físico e intelectual, les proporciona, como mínimo, el 25% del
aporte calórico del día. Desayunando, nos aseguramos que dispongan
de la suficiente energía para llegar hasta la hora de la comida, o
al menos hasta el almuerzo (recomendamos 5 comidas al día, desayuno,
almuerzo, comida, merienda y cena). Por ello es tan recomendable
inculcar este hábito desde la más tierna infancia, que muchas veces
pasará por inculcarnoslo a nosotros mismos, ya que una buena forma
de enseñar siempre es con el ejemplo.
A
partir del año es el momento de incorporar en la alimentación de
nuestro bebe lácteos, frutas y cereales, los cuales deben estar
presentes a diario. Un ejemplo típico es combinar un lácteo (leche,
yogur adaptado, queso fresco...) con un farináceo (cerales, pan,
bizcocho casero...) y fruta (en zumo recién exprimido o media pieza
de fruta en trocitos).
Cuando
ya se haya acostumbrado a este tipo de desayuno en todas sus
variantes, puedes incluir además cacao, aceite de oliva, mermelada y
embutido bajo en grasa. Es importante no introducir estos cambios
hasta que no esté acostumbrado al desayuno tradicional puesto que
podría preferir estos extras al desayuno tradicional, derivando en
un desayuno que ya no es completo y estará desequilibrado.
Si
algún día no le apatece, no le fuerces, nunca hay que forzar cuando
estamos hablando de dar de comer pues puede ocasionar rechazo, lo
importante es que se vaya creando el hábito de desayunar al
levantarse por la mañana.
Trucos
para que se coman la fruta
A pesar de la importancia de la ingesta de fruta, no todos los padres
están concienciados suficientemente, y muestra de ello es que muchos
de ellos tampoco toman todas las piezas de fruta que deberían. Esto
muchas veces se traduce en que los bebés muestran cierto rechazo a
comerla y a pesar de nuestros esfuerzos, no siempre lo conseguimos.
Por eso os indicamos una serie de consejos que pueden ayudar:
-Da ejemplo, como en casi todas las facetas de la educación del
hijo, el ejemplo es de gran ayuda.
-Que no te importe que jueguen con ella (en cierta medida y
dependiendo de la edad) puesto que de jugar a comérsela hay sólo un
paso.
-Puedes preparársela de formas divertidas, echándole imaginación:
un plátano delfín, una carita en el plato, un abanico de
mandarinas, un kiwi erizo... Sino sabes o no se te ocurren ideas en
internet puedes encontrar diversos manuales. Recuerda que tu hijo
también puede ayudarte con las preparaciones haciendo que comer
fruta sea hasta divertido.
-Siempre será más sencillo que se alimenten con zumos, así que no
desesperes sino consigues que se tome la pieza, se puede ir
acostumbrando al sabor por medio de zumos o batidos.
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