Es una tarea complicada
saber administrar los contenidos y la duración en la que nuestros
hijos están "conectados" a las nuevas tecnologías.
Sin embargo, los beneficios que pueden
aportar al intelecto, y las capacidades y aptitudes que se
desarrollan con el uso por parte de los más pequeños de las nuevas
tecnologías, son indiscutibles. Entre ellas podemos encontrar:
- Alfabetización digital temprana, permitiendo manejar distintas tecnologías y dispositivos como el móvil, la tablet, el ordenador... Esto le ayuda a sentirse más autónomo y libre, pudiendo descubrir la información que más le interesa por medio de buscadores como Google, vídeos como YouTube y el manejo de distintas apps.
- Ayuda a desenvolverse bien con aparatos y dispositivos que no conoce por extrapolación de otros que si conoce aumentando sus conocimientos tecnológicos y asegurando una buena adaptación a este mundo tan informatizado.
- Mejora los conocimientos de cualquier otra área de la cultura por medio del uso de aplicaciones educativas permitiéndole profundizar y adelantar su formación al tiempo que aumenta su capacidad intelectual y de interpretar la realidad, como la relación causa-efecto. Encontrarás apps para fomentar la lectura, la escritura, las matemáticas, el dibujo, la resolución de problemas, la música, la historia, la naturaleza y nuestro entorno, el uso de habilidades sociales, el lenguaje y su pronunciación, el espacio tridimensional... En fin, prácticamente, para lo que desees, desde lo más avanzado y práctico hasta lo más trivial.
- Fomenta las relaciones sociales por medio de redes sociales y de comunicación como WhatsApp, Facebook, Skype... Descubriendo otra forma de conocer gente y de establecer una nueva manera de comunicarse con gente que ya conoce como familiares y amigos.
- Por supuesto, también supone una fuente inagotable de
entretenimiento digital, mejorando la asociación ojo-mano, la
psicomotricidad y los reflejos.
Ante estas
ventajas no debemos cerrar la puerta a nuestros hijos a las nuevas
tecnologías, pero eso si, debemos tomar precauciones y estar
vigilantes para evitar efectos como:
- Excesiva dependencia de las nuevas tecnologías y el
entretenimiento digital. Aquí podríamos incluir a la televisión,
pues el efecto es el mismo, provocando que no tengan interés por
hacer otra actividad.
- Ansiedad porque llegue el momento por estar conectados.
- Estadios tempranos de depresión sino es posible usar las
nuevas tecnologías.
- Desconexión de la realidad, impidiendo una sana
interpretación de la misma.
- Dificultad para interaccionar con otras personas en la vida
real.
- Problemas para hacerse entender por falta de práctica en la
expresión oral.
Por ello,
siempre deberemos adaptar el uso de las mismas a la edad del niño,
no todo vale, siendo la duración de su utilización el factor más
importante. Para guiarnos en cómo adaptarnos a cada edad se pueden
utilizar los siguientes patrones:
- En niños menores de 6 meses abstenernos a cualquier utilización de estos entretenimientos, salvo para poner música y algunos vídeos especialmente diseñados para éstas edades que básicamente sólo muestran formas y colores y suelen ser para tranquilizarlos.
- Entre los 6 meses y el año y medio se pueden ir
incrementando gradualmente su uso, instalando apps educativas y
aumentando la duración hasta 30 min al día.
- Entre el año y medio y los 3 años se pueden usar todas las
apps educativas que se quiera, mejor si es para su edad para que no
sea demasiado difícil lo que podría desmotivarle, pero en
cualquier caso la mejor forma de decidirlo es viendo cómo lo usa tu
hijo. También se le puede introducir, si surge, al uso de
aplicaciones de comunicación como WhatsApp y Skype, siempre con
cuentas de los padres, para que vea cómo se usa y esté más en
contacto con, por ejemplo, sus familiares más lejanos. YouTube
también puede empezar a usarlo bajo supervisión, pero nunca más
de 15 minutos. No son recomendables juegos meramente por cuestiones
de pasatiempos puesto que a estas edades resultan excesivamente
adictivos.
- Entre los 3 y los 6 años irá aumentando el tiempo y la
diversidad de plataformas y aplicaciones. En esta época querrá
tener cada vez más autonomía y capacidad de decisión en cómo
emplea su tiempo y en las aplicaciones que utiliza, pero debemos
mantenernos firmes de forma constante, las excepciones por un día,
rara vez son sólo para ese día. Esto no quiere decir que seamos
inflexibles, permitiéndole tener aplicaciones de entretenimiento,
debiendo controlar que el tiempo no supere la hora diaria. Sería
interesante que le inculcaras la aplicación principal que en sus
inicios tenía Internet, la búsqueda de información y formación,
mostrándole cómo puede usar las nuevas tecnologías para su
aplicación en el colegio.
- A partir de los 6 años ya no querrán usar las nuevas
tecnologías más que para el entretenimiento, por lo que sólo
podremos tratar de ejemplificar con nuestro propio uso y supervisar
que el tiempo no sea mayor de 1 hora diaria.
Además de
tratar de adaptar el uso que nuestros hijos dan a las nuevas
tecnologías existen otros consejos que podemos seguir para conseguir
un buen acoplamiento al mundo tecnológico por parte de nuestros
hijos:
- Una de las mejores herramientas de las que disponemos es el ejemplo, si nosotros las usamos con responsabilidad, aprenderán de la mejor de las maneras a esta edad, por imitación.
- También debemos hacerle comprender que no es su móvil, su televisión, ni su ordenador, tú lo has pagado y él puede usarlo siguiendo tus indicaciones.
- No debe abrirse cuentas propias hasta al menos los 12 años y aunque ya sea mayor, la supervisión de las actividades que realiza en Internet se recomienda hasta que sea mayor de edad, siempre tratando de hacerle entender que es por su seguridad, ya que no todos los contenidos son adecuados ni todas las personas que puede encontrar son recomendables.
- Para el manejo de YouTube existe ahora la alternativa de YouTube Kids, app oficial para que los más pequeños puedan visionar vídeos con tranquilidad y para que la monitorización de los contenidos se haga de manera más sencilla por partes de los padres.
- Para la navegación por Internet tanto en PC como en móvil es imprescindible un antivirus puesto que se meten sin querer en todo tipo de páginas con malware. Además de esto, existen aplicaciones que permiten configurar lo que puede y no puede hacer su hijo a través de Internet. Son muy útiles, sin embargo, no hay que olvidar que son filtros automáticos y que por lo tanto puede fallar, por lo que no debemos descuidar nuestra propia supervisión.
- Intentaremos evitar que lo primero que quiera hacer nada más levantarse por la mañana o después de la siesta sea usar las nuevas tecnologías, es un signo de dependencia. Orientándole a lo que debe querer hacer un niño de corta edad, jugar.
- Evitaremos en la medida de lo posible, que cuando estén con sus amigos se junten para jugar con el móvil, deberían jugar entre ellos e interactuar.
No podemos ni debemos estar encima de
ellos todo el tiempo, sin embargo, es un problema nuevo, puesto que
las anteriores generaciones no disponían de estas herramientas, que
hay que atender para que crezcan sanos física e intelectualmente,
sabiendo desenvolverse con las nuevas tecnologías sin quedar
atrapados por su uso.
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