viernes, 12 de agosto de 2016

Todo sobre la dentición de los bebés

Dientes del bebé

Sin duda una de las etapas más complicadas para el bebé es cuando empiezan a salirle sus primeros dientes y por ello, surgen una variedad de mitos que es conveniente desmentir y a su vez aportar algunos trucos que suelen funcionar.

Un hecho que no está demostrado científicamente a pesar de lo generalizado del mito, es que los bebés generan más cantidad de baba durante esta época puesto que es algo que no les pasa a todos los bebés. De igual forma tampoco se ha podido relacionar la aparición de irritaciones en el culito de nuestro bebé con la salida de los primeros dientes, aunque si podría estar relacionado con tragar mayor cantidad de baba. Ni siquiera resulta definitivo el dolor, que muchos piensan que si nos pasara de mayores no lo podríamos ni soportar, puesto que hay bebés que sin darse cuenta, una mañana, se despiertan con un diente.

La aparición de unas décimas de fiebre sin causa aparente también es algo muy habitual en los bebés de entre 6 a 9 meses y no hay evidencia científica que indique que hay más probabilidad de que sea por culpa de los dientes.

Algo que si es cierto es que los dientes cuando empujan para salir provocan una necesidad de morder que alivia ligeramente la zona, por eso existen los llamados mordedores, lo que a su vez ocasiona que se produzca más saliva, de ahí que la creencia esté tan extendida, pero la saliva aparece por estar mordisqueando todo el día, no porque los dientes estén saliendo.

Es una pequeña obsesión para muchos padres saber cuando le salen los primeros dientes a su bebé, sin embargo, no hay una fecha aproximada, puesto que hay niños que con 4 meses ya disponen de algún diente y otros llegan al año sin ninguno. Lo importante es recordar que tanto si salen pronto como tarde, no supone un problema de salud bucal. Como siempre si te planteas dudas al respecto, consulta con tu pediatra.

El remedio más extendido es darle a nuestro bebé cosas frías que se puedan meter en la boca (cuidado que no se las pueda tragar) como enfriar los mordedores, cucharas frías o toallitas bañadas en agua. Sin embargo, no a todos les gusta esta sensación nueva de sentir frio en la boca. Si es el caso, usa algo duro que pueda morder y que no esté frio.

Como novedad, han aparecido hace algunos años unos collares de ámbar que, por lo visto, impregnan toda la zona alrededor del cuello del bebé con una sustancia antiinflamatoria lo que haría disminuir la sensación de dolor. No existe ninguna evidencia científicamente demostrada de su eficacia, sin embargo, muchas familias si han notado la diferencia entre usarlos o no. Lo más importante, si quiere probarlo, es tener mucho cuidado con los estrangulamientos y con que el bebé no lo meta en la boca, pues se podría soltar alguna cuenta provocando un atragantamiento.

Sin duda, lo mejor que puede hacer es armarse de paciencia, estar muy pendiente de su bebé para tratar de calmarlo y darle muchos mimos, un día comprobaremos con emoción como por fin, ya ha salido su primer dientecito.

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